Hoy no tengo ganas de pensar en ti.
Tengo ganas de olvidarte,
de no sentirte,
de no invocarte.Hoy no tengo ganas de alimentarte.
No dejaré que tu ausencia me devore.
Al contrario, la enterraré profundo,
para que la carcoma el olvido.Hoy, hoy tengo ganas de mÃ.
De una mañana apacible,
de ideas claras y de un buen café.
De mi soledad, de mi compañÃa,
de mi amor propio…
¿qué más puedo pedir?
— Ricardo M. Guerra